Dilan: *dando un salto desde un arbol, para llegar de unos cuantos brincos hasta la azotea -salió parkourista el niño-*hmm.... *entró a lo random en una de las habitaciónes, y notó a alguien dormido en la cama*je... *le rodeó un poco la cama, y empezó a esculcar en los cajones por dinero o joyas, al menos ruido, volteaba, atento y con un arma en las manos*
Keval: *Con los audífonos a todo volúmen bien metidos en las orejas, ni cuenta se da del atraco. Pero para mala suerte del otro, el pelirrosa se cansa de la pose de lado y se recuesta boca arriba, donde claramente nota el movimiento con el rabillo del ojo. Se levanta con el ceño fruncido y luego de quitarse los audífonos agrega* Ey tú golfo, ¿qué se te perdió?
Keval: Me gusta tu estilo conejito, tu cubres mis huellas y yo te cubro la espalda por las noches ¿trato?
Dilan: *chasquea los dedos y forma una seña con la mano como pistola, lanzando una bolita de fuego, no mayor de una canica, pero se podrían aumentar* mucho cuidado.... porque mejor no te cubro yo.. pero de fuego "cariño"
Keval: *sonríe de lado revisando alrededor que nadie los vea* Me suena a una idea genial, no tengo lío por que vayas encima o debajo, si tienes la energía para mentenerme interesado, estaremos bien
Dilan: *dió un salgo, con todo lo que sus piernas le permitian, dió una maroma en el aire y se dejó caer encima del tipo, tacleandolo , para quedar sentado sobre el*energía sobra... puedes tu interesarme? o tendré que huir con esto? *señalando que ya tenía sus latigos en la manos y se los quitó sin que se diera cuenta*
Keval: *La maroma le deja espacio para acomodarse un poco y cuando el otro cae, cabe cómodamente sobre el abdomen del equino, que ahora se apoya con los antebrazos en la cama* Yo puedo interesarte... ah... *Los látigos en las manos del otro hacen que el rosa levante las cejas en saombro, pero en seguida se relaja de nuevo y sonríe echando las manos detrás de la cabeza y acomodándose en la almohada* Puedes huir con eso si quieres, me gusta la cacería aunque.. *Rueda los ojos invitándo al conejito a que vea como los látigos se mueven solos cual serpientes que ahora lo rodean por el brazo, abdomen y cadera, sin apretarlo, hasta que Keval agrega* Doze... *entonces las cuerdas aprietan evitando que el otro se mueve tan libremente como hace un momento. Keval aprovecha la pose y desliza sus manos por las piernas del conejo*